● Propiedades del agua: Emergen desde 1500 m de profundidad de entre 33° y 44°. Presencia de sodio, cloruro, potasio, fosfato, son mesotermales bicarbonatadas y sódicas.
● Acciones terapéuticas: Estimulan las funciones celulares, aumento del sistema inmunológico general y de la piel y las mucosas. El agua termal bebida en ayunas, en dosis pequeñas y repetidas, es neutralizante de la acidez gástrica, y a dosis mayores y, con las comidas o inmediatamente después de las mismas facilita la secreción y evacuación del estómago, siendo además estimulante de la secreción pancreática biliar. También es de considerar que la ingestión del agua termal mejora la tolerancia a los hidratos de carbono y facilita la acción insulínica, admitiéndose un efecto movilizador del ácido úrico y de su eliminación por la orina. Las dosis deben ajustarse a los procesos a tratar, a las respuestas individuales.
Por término medio, una dosis total de un litro y medio distribuidos en dosis fraccionadas de uno o dos vasos en ayunas y a lo largo del día cuando interesen los efectos antiácidos, cuando se pretenden acciones estimulantes de la secreción gástrica de vaciamiento de este órgano, se administran estas en el tiempo de las comidas o inmediatamente después de las mismas. ● Balneoterapia: los baños termales son altamente positivos para el agotamiento nervioso y psíquico (stress). La piel resulta verdaderamente tonificada y rejuvenecida dándole suavidad y elasticidad. Contribuyen a mantener el tono muscular y alivian dolores musculares. Se recomienda para el tratamiento de afecciones respiratorias, como el asma y la bronquitis crónica (nunca en periodo de crisis). Además alivian afecciones crónicas de osteomioarticulares y permiten el uso en rehabilitación de procesos neurológicos, por el efecto sedante del Radón 222.
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